3 de enero de 2011


Más allá del argumento pedorro de que la única compulsa que vale es la electoral; que intentar recuperar sindicatos o "encontrar y acercarse a sectores postergados para estimular y liderar sus reclamos" es ajeno a "la escena politica" o, cuando mucho, micropolítica de microimportancia.
Más allá de la caracterizacion bastante corta de luces del "trotskismo"; más allá de sostener que la derrota en Filosofia y Letras muestra su caída definitiva, olvidándose que al mismo tiempo ganaron medicina y que el mismo diario desde hace dias los toma permanentemente como objeto de su discurso poniéndolos en un frente que le hace el juego a la derecha (desde Macri a Duhalde o a Videla, según Horacio Vervitsky) sosteniendo que por su presencia muchos jóvenes se pasan a universidades privadas (!!)

Más allá de eso me resulta una columna miserable, que se muestra claramente en la pregunta que me recuerda a la de cualquier notero de TN ante un piquete, pero mas "intelectualizada": "¿En virtud de qué lógica se puede sostener que las formas de lucha deben ser indiferentes a los daños y los sentimientos que provocan en el resto de los trabajadores?". Complementada con la siguiente aceveracion: "Existe algo así como un trotskismo silvestre, menos elaborado, que también florece en nuestros días, y que a veces se suma a punteros y vivillos dispuestos a nutrirse de beneficios propios o que coquetean con los adláteres del PRO." y el ultimo párrafo, aun peor.

Disculpeseme mi "trotskismo", me declaro culpable de tal antecedente, pero puajjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjj

WikiPedro

14 de diciembre de 2010

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1333438

Si todo mensaje habla tanto del emisor cuanto de lo predicado, textos como este, con predicados imaginarios, sólo describen la subjetividad que lo escribe. En esa debilidad se basa también su eficacia. Miedo y odio: inseguridad y represión. No pueden señalar con expectativas de éxito a tal o cual y decir: éste es el presidente bueno. Se conforman con hacer trabajo de zapa en las conciencias cautivas.

Pite

28 de octubre de 2010

Mariano Ferreyra y las “agendas”

El miércoles 20 de octubre, la lucha de los trabajadores tercerizados de la ex línea Roca por la reincorporación de 117 despedidos y el pase a planta como ferroviarios, enfrentada a la prepotencia de la Unión Ferroviaria y a la “negligencia” de la Policía Federal; terminó con la vida de Mariano Ferreyra. Mariano era estudiante de la UBA y militante del Partido Obrero, en calidad de lo cual se solidarizaba con la protesta de los tercerizados.
Dos días después, invisibilizando el profundo sentido político y social de este asesinato, Cristina dijo a través de Twiter que los tercerizados "Están utilizando la muerte de Mariano para que los reincorporen”. “No se puede creer" que compañeros del joven muerto se nieguen a "declarar ante la justicia y demoren la entrega de videos y fotos", y prefieran negociar su reincorporación laboral.[1]
Desde el Ministerio de Trabajo, que había recibido el conflicto desde sus inicios, “Tomada reprochó a los ferroviarios en conflicto "utilizar irresponsablemente" la muerte de Ferreyra. (El ministro) reconoció que la tercerización de contratos "muchas veces se utiliza para evadir los convenios colectivos de trabajo", y admitió que hay que "buscarle una solución"[2].
Carlos Tomada, responsable desde su función con la precarización laboral, y comprometido desde su profesión con la Unión Ferroviaria del mismo Pedrazza[3], calificó de “irresponsable” la posición de quien exige los derechos que su cartera alude representar. Pero ¡despertemos! es el Ministerio de Trabajo, no el Ministerio de los Trabajadores, por eso Tomada puede decir sin dubitar que “la tercerización es una forma normal de ordenar la producción”. Normal.
Capital y Trabajo se representan como dos entes sin rostros en el capitalismo. Podemos deshacernos de un cuadro de Videla porque su imagen connota genocidio, terror, picana, pero también vaciamiento, desindustrialización, caída del empleo, o en fin, una profunda reestructuración de las relaciones sociales cuyas secuelas padecemos. En buena hora que avancen la verdad y la justicia. Pero hoy la muerte de Mariano nos exige buscar otras caras, otros nombres de la derrota. Para los viejos y decrépitos represores que hoy están siendo juzgados, sus enemigos, al fin y al cabo, “ganaron” después de la “guerra sucia”, dieron vuelta el resultado a su favor (y hoy son gobierno). Si sus rivales son quienes se oponen al genocidio, a la violación, a la tortura, al robo de bebés, indudablemente estamos con los ganadores. Pero también es cierto que no liquidamos todas las batallas. En cada flanco que desatendemos (el trabajo precario, la juventud, la expulsión rural y la marginación urbana, etc, etc, etc) la muerte y sus insignias reaparecen.
Hoy, la derrota de la dictadura y su prolongación en los noventa se llama Mariano Ferreyra. Se llama precarizarización, tercerización, flexibilización laboral. Se llama también sindicatos empresa, sindicalistas patrones, se llama vaciamiento de los sindicatos como instrumentos de representación, de lucha, de resistencia de los trabajadores.
Hoy la derrota se llama también pibes sin techo, sin comida, cárceles llenas de pibes. Se llama también Fuerzas de Inseguridad. Luciano Arruga. Jóvenes sin hoy ni mañana, muerto el ayer por las luces del presente. Nuestras cuentas pendientes tienen el nombre inmenso de Julio López. Las caras de Darío y Maxi. De Carlos Fuentealba. Los rostros anónimos de los desalojados, los desmontados, los expulsados por la soja o la producción agrícola para el mercado exportador en cualquiera de sus variantes. Los pueblos que resisten a la destrucción minera. Javier Chocobar. Esperanza Nieva.

La muerte de Mariano, a menos de diez días del multitudinario acto por la Lealtad en River, quizás a muchos no les alcance para sospechar de sus lealtades. Podrá el gobierno seguir tutelando un aparato sindical viciado por el negocio y el patoterismo, pero, evidentemente, no podrá evitar la discusión, el debate, la indignación colectiva, por esta muerte con tanto peso, con tantos mensajes. Omar Plaini, diputado nacional del FPV y miembro del Consejo Directivo de la CGT, dijo en televisión que la muerte era siempre trágica, y que no debía utilizarse políticamente.[4] Alguien debería avisarle –sus anfitriones de 6,7,8 no pudieron- que la muerte es de por sí un hecho político cuando se trata, ni más ni menos, que de un asesinato en el marco de una protesta. Es un hecho social y es un hecho político. De la misma manera, alguien podría acercarle a Carlos Tomada el dato de que una muerte de estas características no puede dejar de “utilizarse” para cuestionar sus propios fundamentos.
Por sobre todas las cosas, el momento debería -al menos por la voluntad de hacerlo trascender-, volverse propicio para pensar el trasfondo estructural de este estado post-dictadura, post-menemismo, post-alianza-2001, y en los dos gobiernos que van de este proyecto político que hoy se presenta como la “voluntad de poder” de un movimiento amplio y diverso. La situación del mercado laboral (o en nuestros términos: la de los trabajadores y desocupados) es el resultado de un proceso que tiene lugar en ese plano concreto. Cientos y miles de trabajadores desconocen toda forma de representación gremial, porque sus mismas condiciones de contratación y empleo están diseñadas para limitar o impedir sus posibilidades de organización, de solidaridad, de lucha. Esto no es ninguna novedad (son “los noventa”, amigos), pero hoy es un hecho posible de convertirse en el centro de la agenda política. Desde el gobierno, lejos de tomarlo así -como bien supieron hacer ante diversos desafíos-, prefirieron señalar la “irresponsabilidad” de los trabajadores y montar rápidamente una campaña de “limpieza”, que tenía como objetivo central poner en escena el alerta sobre posibles intentos “desestabilizadores” por parte del duhaldismo. Así, el crimen político se interpreta bajo las luces del teatro preelectoral. Sin dudas las circunstancias parecen inclinar el fiel de la balanza electoral a favor de una oposición rabiosa.
Pero hay que ir más allá.
Para rastrear el carácter poco excepcional de este tipo de conflictos, vayamos a un ejemplo local. Hace pocos días, en la ciudad de La Plata, un trabajador perteneciente a la Cooperativa “Melchor Limitada” e integrante del Movimiento “Justicia y Libertad”, recibió seis balazos por parte de un agresor aún no identificado por la justicia, en el marco de un conflicto con el Municipio por aumento salarial y mejores condiciones de trabajo. La negociación venía estando tensa por los aprietes, y se complica todavía más cuando el gobierno municipal puede contener los efectos del paro contratando nuevos trabajadores (también precarizados) para el servicio de limpieza y mantenimiento del espacio público que realizan los cooperativistas del Movimiento. La organización vinculó con el hecho a un concejal del bruerismo. Julián Espíndola fue dado de alta con una bala alojada el tórax y varias heridas. El caso fue caratulado como “lesiones”.[5] El conflicto laboral continúa.
Que el recurso a la violencia para dirimir cuestiones gremiales tampoco es novedoso, lo saben además los trabajadores del Subte de la Ciudad de Buenos Aires, atacados en varias ocasiones por la UTA cegetista; lo sabe la misma CTA, las agrupaciones estudiantiles[6], y sindicatos de diversos sectores. Quizás tengamos que abrir los ojos de una vez frente al hecho de que la violencia política no es cosa del pasado y sigue siendo hija de la falta de democracia, de la desigualdad, de la explotación, de los soportes estructurales del mismo estado que en estos tiempos intenta erigirse como garante de los derechos humanos, de la justicia y la redistribución.
Que el esfuerzo tendrá que venir de nosotros mismos, de nuestra mayor conciencia y lucidez para que esto no se ahogue en derivas preelectorales, no cabe ninguna duda. No puede extrañar a nadie la idea de que el accionar violento de la UF de Pedrazza puede estar posicionado contra el oficialismo en función del escenario pre-electoral (¿hay otro espacio, a parte la “oposición”, que pueda capitalizar este hecho electoralmente?).
Difícilmente circunstancias de luto como las que se imponen hoy sean ocasión grata para ese nivel de planteos. Pero parece necesario advertir que el pasado reciente, con el hito del 2001 como puntapié, no dio oportunidad para otra alternativa capaz de gobernar el país como la del kirncherismo. Después del 2003, este proyecto pudo, en gran medida, reflotar la identificación de la “sociedad civil” con el estado a través de políticas sociales asistenciales más decididas y extensas, de un compromiso inédito con el juzgamiento a los genocidas, de la absorción y el impulso de proyectos como la ley de medios, el matrimonio homosexual, y otra serie importante de viejas deudas y reivindicaciones sociales. Mientras tanto, en la experiencia concreta de cientos de trabadores y desocupados, la inflación deja de ser “el precio del crecimiento” para volverse una carga. La canasta familiar, más que un índice, se vuelve un espejismo. Y no hay respuesta, sin embargo, para la pregunta sobre una alternativa real e inmediata, de cara a los tiempos de este sistema político, con capacidad de gobierno, de gestión y de negociación que tenga hoy mayor apoyo popular, mayor iniciativa que el kirchnerismo.
Por fuera de estas especulaciones, lo cierto es que hay demasiado en juego cuando la responsabilidad se hace evidente: de decisiones e iniciativas políticas dependen también las condiciones de explotación de cientos de empleados sub-contratados, tercerizados y precarizados: el estado es, de hecho, el mayor empleador en negro y un gran promotor de las tercerizaciones.
La misma UGOFE (Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia) que administra las tercerizaciones, fue creada en 2007 por Julio de Vido, ministro de Planificación, “para explotar los servicios ferroviarios urbanos de las ex líneas San Martín, Roca y Belgrano Sur”, reuniendo “a los principales operadores del sector: Ferrovías (Romero), Metrovías (Roggio) y TBA (Cirigliano). Fue una solución de apuro para reemplazar al concesionario anterior Sergio Taselli, que llevó al servicio prácticamente al colapso.”[7] La UGOFE contrató a más de veinte compañías cuyos trabajadores están afiliados a la UOCRA, al sindicato de Comercio, al de maestranza y de vigiladores privados, sin posibilidades de contar con el convenio de los ferroviarios que alcanza los $3.500 o $4.000 mensuales, frente a los $2.200 que perciben. Varias de estas empresas pertenecen a los dirigentes de la UF o a familiares directos.
Junto a las nulas posibilidades de que los sindicatos-patrones representen sus intereses, para los tercerizados se suma el hecho de que, ante a la organización autónoma, la respuesta son los tiros.
El 20 de octubre Mariano Ferreyra murió alcanzado por una bala de la patota sindical de la UF. Que su muerte sirva para tapar agujeros o para profundizar debates dependerá de los medios que podamos construir para no precarizar también su memoria y su significado.

[1] Nota Diario Perfil 22/10/10 http://www.perfil.com/contenidos/2010/10/22/noticia_0011.html

[2] Página/12 22/10/10 http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-155529-2010-10-22.html

[3] Tomada fue abogado de la Unión Ferroviaria durante los 90.

[4] Ver emisión de 6,7,8 del 21/10/10 http://www.univision.com/uv/video/678-21-10-10--1-de-3-/id/72057662041874577. En la misma intervención Plaini cita a Moyano que a su vez cita a Perón: “El sindicalismo debe dejar de ser un factor de presión para convertirse en un factor de poder”... independientemente de sus formas de representación y sus modelos de conducción?

[5] http://www.online-911.com/leer.php?s=1&id=10922

[6] Hay muchos ejemplos en la UNLP: quizás el más reciente es el de Periodismo.

[7] La cita y los datos coresponden de una nota del periódico web lapoliticaonline http://www.lapoliticaonline.com/noticias/val/68760/denuncian-negociados-de-pedraza-y-fraude-laboral-detras-del-conflicto-del-roca.html



Inés

25 de octubre de 2010

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21 de octubre de 2010

Convocatoria en La Plata para HOY- A la mañana paro en los lugares de trabajo/ 15 hs. concentración en Plaza Italia para ir a la movilización en Capital. Tenemos que parar el país y llenar las calles contra los mercenarios de la CGT y su patota sindical.


22 de septiembre de 2010

Fallo a favor del sindicato del Subte


La justicia ordenó la inscripcion gremial
la Sala IX de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo dictó sentencia definitiva haciendo lugar en todos sus términos al reclamo promovido por la Asociación Gremial de Trabajadores de Subterráneo y Premetro

Con fecha 14 de septiembre de 2010, la Cámara rechazó los argumentos opuestos por el Ministerio de Trabajo y ordenó la inmediata inscripción gremial de esta organización sindical.

Con voto de los jueces Álvaro Balestrini y Mario Fera, y remitiéndose al dictamen del Fiscal de Cámara, Eduardo Álvarez, el Tribunal señaló que no existe justificación alguna para impedir la inscripción gremial reclamada, atento a que se cumplieron desde largo tiempo atrás todos los requisitos exigidos por ley.

Se trata de un nuevo triunfo de los trabajadores del subte. Este fallo deja en claro que han cumplido con todos los recaudos para la inscripción de su organización sindical, y pone en evidencia que el Ministerio dilató sin ninguna razon válida el cumplimiento de las obligaciones que le impone la legislación vigente.


Noticia enviada por el TEL

http://www.tel.org.ar/